sábado, 19 de septiembre de 2009

El Poder de la Chusma

Stalin dijo "admiro a los pueblos, temo a las masas." Las masas son manejables con facilidad, se mueven por falsas emotividades y tienden a una cierta crueldad. Las masas linchan sin juzgar, arrollan sin escuchar y se mueven por impulsos primarios. Una masa deviene chusma cuando es soez, es decir, baja, grosera, indigna y vil.

En el lado contrario están los elegidos, los amigos del pensar, los filósofos, los científicos, los eruditos, los que enriquecen nuestra cultura con sus descubrimientos, sus grandes aportaciones, sus ideas y sus esfuerzos. Entre estos dos polos se mueven muchas veces las sociedades. Para analizar la muestra, debemos preguntarnos qué sabios, qué prohombres (o promujeres), qué pensadores, qué investigadores, qué personalidades del saber ocupan estos días mayor espacio en la televisión y la prensa, La respuesta es Belén Esteban, José Luís Nuñez y Félix Millet. La primera, una ignorante barriobajera famosa, en suma, por haberle tocado el pito a un torero, que comercia con intimidades; el segundo, un hombre acusado de corromper y pervertir a los capos de Hacienda; el tercero, un miserable ladrón que reconoce haber robado y dice haberse arrepentido con tal de evitar la cárcel.

Esto es lo que nos gusta ver y seguir por la televisión día y noche. Esto es lo que el control de audiencias nos dice que nos hace disfrutar. Seguimos los indignos entresijos de esta gente aplaudiendo y condecorando como hacía el populacho romano en el circo, en plena decadencia de su imperio.

Nuestra sociedad avanza vulgarizada, insensible a su degradación de principios y aspiraciones. Ya no se aspira a nada colectivamente, tan solo a sobrevivir liberando bajezas, embruteciéndose. Claro está que hay excepciones, pero la masa social, esa masa que tanto temía Stalin en un acto de sinceridad, está el lado más primitivo y bajo de nuestro panorama. Nos salva ligeramente pensar que, a veces, en las parrillas de audiencias aparecen en los primeros lugares los informativos. Informativos que cada vez más son (en todas las cadenas) una especie de crónica de sucesos.

¿En qué futuro podemos pensar ante tal realidad? En un futuro, cuanto menos, sin avances. Así, el mundo sigue adelante sin mejorar, excepto tecnológicamente. Por tanto, no nos podemos sentir orgullosos del camino que estamos eligiendo para seguir. Podemos ser un gran País, pero somos una pésima sociedad, con excepciones. Y no se atisba otra solución que empezar a exclamarnos todos y en todo momento contra esta dictadura de la bajeza, reclamar una televisión más cultam rigurosa y con unos ejes informativos y formativos que contengan valores sociales, y ofrecer a nuestros menores una base sólida desde la que poder rebelarse contra este inmenso barrizal en el que la mayoría gusta de revolcarse a placer.


"We are in exctinction alert,
who is the future?
The humanity is in te abyss,
time is running out for the planet."

Chronomyth - Chaothic Perspective